-Hola- resuena una voz en ese pasillo -cual es tu nombre?-, le dije, mientras se hiba acercando a la luz un tierno rostro lleno de ni;ez pero carente de amor, pude ver en sus ojos color marron oscuro, esos tiernos ojitos, que le pasaba, nesecitaba urgente una dosis de cari;o y ella no sabia donde encontrarlo...
-que quieres jugar?- pregunte, y me dijiste -quiero dibujar-, -sabes dibujar estrellas?- pregunte a lo cual no me respondiste, y empeze con tu manita a ense;arte a hacer estrellas, en papel tan blanco como tu inocencia, y desde ahi nuestro lazo crecio.
No hay que temer, pero temes mi peque;a, y se que tu historia no ha sido la mejor pero estoy para llenar tu vida de color y de estrellas.
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